jueves, 4 de octubre de 2007

¿ De qué estamos hablando?

No es de extrañar que atajar de manera razonable y cívica el tema del “botellón” vaya a costar más de lo esperado en un principio ya que en estos diez años de dejadez lo más importante en materia de educación para tratar de concienciar a los jóvenes de las consecuencias de un consumo exagerado de bebidas alcohólicas han sido la adhesión de unos cuantos “ progre” a ciertas reivindicaciones sobre la libertad del individuo y ejercerla aunque de su uso en este caso sólo se beneficie al la infortunada cadena 24 horas auspiciada por “ el corte ingles”, las distribuidoras de licores y refrescos y algún que otro negocio asiático.

En este blog trato de poner de manifiesto mi posición en torno a un tema que me parece abandonado, la falta de campañas y soluciones reales presentes en materia de educación para con esta y futuras nuevas formas de comportamiento, me uno con total convicción al rechazo de este tipo de irracionalidades que en nada benefician a unos jóvenes en el preciso instante en que se está produciendo su desarrollo en todos los parámetros y aspectos necesarios. Este hecho ha sido denunciado en infinidad de ocasiones en distintos medios por profesionales de la salud poniendo de manifiesto las fatales consecuencias del abuso en el consumo de bebidas alcohólicas, y puntualizado sus efectos en edades cada vez más tempranas.

El porqué sobre el título de este capítulo es una pregunta que después de mucho tiempo observando el fenómeno me hago cada vez que leo opiniones diversas sobre un tema que afecta gravemente a la salud pública.

Cuesta creer que haya opiniones de padres y educadores proponiendo despropósitos para solucionar un espinoso problema en el que probablemente no estén contando en muchos casos con algunos de sus hijos dentro del mismo.
Cuesta creer que muchas de estas opiniones sean acogidas por políticos que deberían albergar muchísimos más datos sobre el tema que el ciudadano de a pie, aportando soluciones sin esconder el polvo debajo de la alfombra, o lo que es lo mismo cediendo emplazamientos municipales para dar una solución quiero creer que momentánea al problema, para no perder futuros seguidores.

El pasado Jueves 27 de Septiembre “ la opinión” recoge parte de las declaraciones del Sr. Tello sobre el tema, según el primer teniente de alcalde su partido apoyaría la idea de prohibir beber en la vía publica siempre que se ofrezca “ una alternativa” a los jóvenes para hacerlo sin molestar a nadie, esta primera propuesta es bastante confusa y sobre todo siendo consciente de que el centro de operaciones de un botellón se convoca en zonas cercanas a los lugares de esparcimiento nocturno, así que sabiendo los efectos en muchos casos del drinking ( como cualquier persona adulta) dudo mucho que tal propuesta tenga éxito si lo tomamos en consideración, salvo que por el buen fin de su hipótesis nos planteemos la posibilidad de habilitar taxis de ida y vuelta al monte de San Pedro con cargo a María Pita, “y entonces sí”, dirían más de un joven.

Continúa a mi entender con algo que suena bien ( por aquello de lo de la cal y la arena) salvo porque de la siguiente proposición se adivinan trabajosos y largos cambios en las ordenanzas y disposiciones legales al efecto, según Tello se debería buscar un emplazamiento ( cubriendo las necesidades que inherentemente van conexionadas a este hecho en materia de emplazamientos y resguardo meteorológico o lo anteriormente mencionado, si desea el éxito, claro está ) en el que los jóvenes puedan hacer botellón “ cumpliendo las normas y sin molestar” esta proposición aunque bien parecida a la primera no lo es tanto si valoramos la primera proposición antes de la conjunción copulativa, “ cumpliendo las normas” la cual se hace más especifica , y dificulta en gran medida su buen fin si en realidad cuenta con los efectos del líquido elemento, esta iniciativa cuenta también con los parabienes de los colectivos vecinales afectados por ruidos y actos vandálicos ( quedando descartados todos aquellos vecinos que aun padeciendo lo último tengan en sus hogares serias dificultades con sus hijos por no tener ayudas en el marco educativo entorno al consumo abusivo de alcohol y sus efectos )

Alarga la faena tratando de desdramatizar su propuesta alegando que “no sería la ciudad sin ley” si no que habría que comportarse como en los lugares privados ( supongo que se referirá a aquellos lugares que pagan sus impuestos, sus licencias de apertura y demás impuestos municipales, habilitan sus locales en cuanto a medidas de seguridad, están obligados a cumplir las leyes en cuanto a venta y consumo de alcohol y horarios de cierre, etc..) . Con esta medida, se plantearía en opinión del primer teniente de alcalde, “ un ocio alternativo” que incluiría “ la música, el cine, el teatro y el baile”, esto último quiero entender que se realizará en otro marco y que es una propuesta dispareja, aunque, si es como me gustaría pensar, de arduo trabajo de información y educación en esto que yo diferenciaría entre ocio ( desde un punto de vista quimérico ) y tiempo libre.

Como no estaba haciendo muchos amigos en el sector hostelero, no sólo lo sigue haciendo si no que pone en duda su profesionalidad y poniéndose de lado del argumento más antiguo desde que en este país hay más bebida destilada que la ginebra focking, el calisay, y los maravillosos orujos autóctonos ( quisiera felicitar a “ Puchiño” por elaborar en su casa el mejor licor café de toda Galicia), de forma paralela, Tello cree que también se debería hablar con los negocios de hostelería sobre las tarifas de las copas “ para que miren el precio y la calidad” y para que, de esta forma “ la gente beba menos y disfrute más” , se supone que si a un joven se le plantea la posibilidad de escoger entre, una botella de negrita a 6eu y dos litros de refresco a 1.50eu va pagar más o menos el triple por una copa en un establecimiento de hosteleria, permitiendo lo primero para qué va preferir lo segundo, entonces está claro que de algún modo el precio influye en el consumo y si éste es causa principal, habilitando entonces “ botellódromos legales” puede saltarse el referéndum con el gremio hostelero por pura lógica financiera, en cuanto a la calidad, lo que le faltaba al hostelero es tener que hacer inspecciones sanitarias del contenido del género, si se hubiera mantenido conversaciones con el sector concluiría que en muchísimos casos el lugar de adquisición del producto es el mismo que abastece el hígado de los adolescentes el fin de semana
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He tomado nota de estas declaraciones porque me parecen un claro ejemplo de no saber realmente por donde se anda, totalmente populistas y evitando encarar este difícil problema con medidas reales de concienciación y educación ciudadana para con los terribles efectos que produce el abuso en la ingestión desmedida de bebidas alcohólicas, un arduo problema de salud pública que gracias a que como consecuencia del ejercicio de esta forma de “ ocio” no pocos ciudadanos ven mermada su calidad de vida de puertas para fuera y han puesto en pie al pleno municipal para que traten de aportar soluciones y trabajen con seriedad en busca de soluciones, ya que el la inercia en todos estos años no ha hecho más que empeorar las cosas.


Es un tema preocupante y difícil, algunos alertados hoteleros ya dimos voz de alarma allá por el año 97 y he visto desde dentro y desde fuera de la barra en las dichosas zonas de ocio coruñesas y sus cercanías, los efectos que sobre los jóvenes surgen de esta nueva forma de comportamiento, y créanme que como adulto me siento responsable de no poder hacer más que observar el periódico cada mañana y no entender como después de 10 años la única razón para que en M. Pita tomen conciencia del problema la causen los decibelios y el insomnio.